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Aire acondicionado: la opción que se debe desactivar para bajar el consumo

Se trata de una opción muy utilizada por los diversos usuarios y que puede redundar en facturas de electricidad significativamente más altas.

Con la llegada del calor y el deseo de mantener una temperatura fresca en el hogar, el uso de aires acondicionados se disparó en popularidad. Sin embargo, esta creciente demanda trae consigo una importante preocupación: el consumo energético. Muchos usuarios no son conscientes de que ciertos modos de operación de estos dispositivos pueden incrementar considerablemente la energía que se utiliza, elevando las facturas y afectando al medio ambiente. Uno de los mayores responsables de este aumento en el consumo es el popular y aparentemente cómodo "modo automático".

Aunque el "modo automático" es una elección frecuente entre los usuarios por su simplicidad, este ajuste puede resultar en facturas de electricidad significativamente más altas, especialmente en los meses de verano o en climas cálidos. Este modo permite que el aire acondicionado ajuste la temperatura y la velocidad del ventilador de forma automática, utilizando sensores que evalúan las condiciones de la habitación. A primera vista, esta parece una función conveniente, pero su uso puede implicar un consumo energético elevado.

¿Cómo funciona el modo automático?

Cuando activamos el "modo automático", el aire acondicionado detecta los cambios de temperatura en el ambiente a través de sensores, y ajusta su funcionamiento para mantener una temperatura constante. Este ajuste automático incluye modificaciones en la velocidad del ventilador, la intensidad de enfriamiento o calefacción, y la frecuencia de encendido y apagado del compresor.

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El problema reside en que estos ajustes tienden a ser frecuentes, lo que provoca que el compresor se encienda y apague constantemente en un corto período de tiempo. Este ciclo repetido de encendido y apagado genera un aumento notable en el consumo de electricidad, pues cada vez que el compresor se reactiva requiere una cantidad considerable de energía. Además, al mantener la temperatura estable mediante estos constantes ajustes, el aparato no siempre opera de la manera más eficiente en términos de ahorro energético.

Opciones para reducir el consumo de energía

Aunque el "modo automático" parezca la opción más sencilla, desactivarlo puede ser clave para reducir el consumo de energía sin sacrificar el confort. Existen varios modos en los aires acondicionados modernos que permiten ajustarlos de manera que consuma menos energía, mientras mantiene el ambiente agradable.

1. Modo de ventilación o “fan”

El modo de ventilación, también conocido como "fan", es una excelente alternativa para ahorrar energía. En este ajuste, el aire acondicionado utiliza únicamente el ventilador interno sin activar el compresor. Esto permite que el aire circule en la habitación sin añadir una carga adicional al sistema de enfriamiento.

Este modo es ideal cuando las temperaturas no son extremadamente altas, como en las noches o durante las épocas en que el clima es moderado. Además, al reducir la cantidad de veces que el compresor se activa, este modo ayuda a prolongar la vida útil del equipo y a disminuir el consumo de electricidad.

2. Modo de ahorro energético o "eco"

Otra opción eficiente es el modo de ahorro energético, también conocido como "eco". Este ajuste permite que el aire acondicionado funcione a una capacidad reducida, lo que implica un menor uso de electricidad en comparación con el "modo automático".

En el modo "eco", el aire acondicionado controla la temperatura de manera que el compresor se active solo cuando es necesario, minimizando el consumo de energía. Este ajuste es especialmente útil durante las horas más frescas del día o cuando el calor no es excesivo. Además de reducir el consumo energético, este modo también contribuye a mantener una temperatura estable sin hacer trabajar demasiado al aparato.

Consejos adicionales para optimizar el uso del aire acondicionado

Además de seleccionar modos de bajo consumo, hay varios otros ajustes y prácticas que pueden ayudarte a optimizar el uso del aire acondicionado y reducir el gasto energético:

  • Configura la temperatura entre 24 y 26 grados: mantener el aire acondicionado en este rango permite disfrutar de un ambiente fresco sin que el compresor trabaje en exceso. Cada grado que disminuyas en el termostato aumenta el consumo de energía, por lo que encontrar un balance es clave.
  • Mantén las puertas y ventanas cerradas: esto evita que el aire frío se escape y que el aire caliente del exterior entre a la habitación, lo que obliga al aire acondicionado a trabajar más para mantener la temperatura deseada.
  • Realiza un mantenimiento regular del equipo: limpiar los filtros y revisar el estado general del aire acondicionado ayuda a que funcione de manera óptima. Un filtro sucio o un sistema obstruido obliga al equipo a trabajar más, lo que se traduce en un mayor consumo de energía.
  • Utiliza cortinas o persianas: bloquear la luz solar directa ayuda a mantener la habitación fresca, lo que reduce la necesidad de que el aire acondicionado funcione a máxima capacidad. Las cortinas y persianas actúan como barreras térmicas que contribuyen a mantener el ambiente fresco de forma natural.
  • Evita colocar el aire acondicionado en zonas de alta exposición solar: instalar el equipo en un lugar sombrío puede mejorar su eficiencia, ya que un aparato expuesto al sol tiende a sobrecalentarse, lo que afecta su rendimiento y consumo.
FUENTE: A24