Uno de los beneficios más inmediatos y notables de aplicar hielo sobre el rostro es la disminución de la inflamación. El frío ayuda a reducir la hinchazón y las bolsas bajo los ojos, que son comunes después de una noche de descanso. Se activa la circulación sanguínea y se contraen los vasos sanguíneos, lo que contribuye a una apariencia más fresca y descansada.
Mejora la circulación sanguínea
El contacto con el hielo provoca una vasoconstricción temporal en la piel. Cuando el frío se retira, los vasos sanguíneos se dilatan, lo que mejora la circulación y permite que más oxígeno y nutrientes lleguen a las células de la piel. Ayuda a revitalizar el rostro, contribuye a una piel más luminosa y uniforme.
Controla la piel grasosa
El hielo proporciona beneficios para quienes tienen piel grasa. Los poros se cierran, lo que puede reducir la producción excesiva de sebo, especialmente en las zonas de la frente, nariz y mentón (el área conocida como zona T). Esto ayuda a prevenir brotes de acné.
Estimula el colágeno
La estimulación de la circulación sanguínea que ocurre con la aplicación de hielo también favorece la producción de colágeno, una proteína esencial para mantener la piel de la cara firme y joven. Si lo haces continuamente, puede ayudar a mejorar la elasticidad y la apariencia general de la piel.
Revitaliza la piel
El frío sobre la piel activa las terminaciones nerviosas y genera una sensación de bienestar instantáneo. Además, si tu piel está cansada o estresada por factores externos, como el cambio de clima o la contaminación, el hielo puede ayudar a restaurar el equilibrio y a calmar la piel irritada.
Promueve la mejor absorción de productos de cuidado facial
Cuando los poros están más cerrados después de la aplicación de hielo, los productos de cuidado facial, pueden penetrar mejor en la piel. Esto significa que, al seguir con tu rutina de cuidado de la piel, los ingredientes activos tienen una mayor eficacia.
Precauciones y recomendaciones
Aunque los beneficios de lavarse la cara con hielo son amplios, es importante tener en cuenta algunas recomendaciones para evitar efectos adversos. Se recomienda no aplicar el hielo directamente sobre la piel para evitar quemaduras por frío, por eso debes agregarle agua o un envolverlo en un paño.
Lo ideal es no aplicarlo por más de 1-2 minutos, ya que un contacto excesivo con el frío podría irritar la piel, según cuenta la dermatóloga.