Factores como la nutrición materna, el estrés, la exposición a toxinas o las infecciones pueden predisponer al individuo a padecer enfermedades no transmisibles, como caries dental, obesidad, diabetes e hipertensión, que pueden manifestarse en la niñez o incluso en la edad adulta.
En dicha etapa, existe un efecto programador de algunos nutrientes y condiciones metabólicas asociadas al crecimiento, a la composición del cuerpo, al desarrollo del cerebro y de la conducta, así como al establecimiento y funcionalidad de los microorganismos intestinales y a la maduración del sistema de defensa.
Desarrollo dental programado desde el vientre materno
La teoría de la programación fetal de las enfermedades del adulto del médico y epidemiólogo británico David J.P. Barker sostiene que el periodo prenatal es decisivo para la salud futura del individuo, incluido el desarrollo dental.
Condiciones como la deficiencia de nutrientes durante la gestación pueden afectar la formación y la mineralización de los dientes del bebé. Esto los hace más vulnerables a las caries y puede causar futuros problemas dentales.
Un artículo reciente amplía esta teoría y destaca las condiciones que afectan la programación fetal y sus consecuencias en la salud dental del adulto.
Durante el embarazo, factores como la mala nutrición y la restricción de nutrientes intrauterinos no solo afectan el crecimiento general del bebé, sino también su salud dental. Esto puede llevar a una predisposición a desarrollar caries dental y otras enfermedades orales desde una edad temprana.
La disponibilidad adecuada de nutrientes durante el embarazo es determinante para la formación de dientes sanos. Una mala alimentación durante la gestación puede limitar el desarrollo adecuado del esmalte dental, lo que predispone a los dientes a sufrir caries una vez erupcionados.
El apoyo a las madres es obligatorio a partir del periodo pregestacional. Se recomienda que los requerimientos de micronutrientes y oligoelementos necesarios, como el ácido fólico y las vitaminas A, B y D, aumenten en un 50%.
Es bien sabido que las deficiencias de ácido fólico afectan tanto a la salud de la madre como al desarrollo neuronal fetal. Potenciar el consumo de ácidos grasos omega-3 durante el embarazo reduce el riesgo de parto prematuro y mejora el desarrollo cognitivo.
Uno de los factores ambientales que modula y programa la expresión del genoma del bebé es la disponibilidad de nutrientes. La restricción de nutrientes intrauterinos, debido a una mala o deficiente alimentación en el feto, modifica su vía metabólica y sus estructuras biológicas.
En estos casos, el organismo ahorra los recursos nutricionales limitados para acciones de mayor importancia o supervivencia, como el desarrollo del cerebro y el corazón, y la regulación de hormonas como la insulina.
Después del nacimiento, los cambios permanentes sufridos en la vida fetal lo hacen más vulnerable al desarrollo de enfermedades. Los desordenes establecidos entre los entornos pre y postnatal son un determinante importante de enfermedades posteriores.
Nutrición y leche materna: claves para los dientes
Después del nacimiento, la leche materna es el alimento indispensable para el bebé. No solo por los nutrientes que aporta para su desarrollo general, sino también porque favorece la salud bucal. La lactancia materna ayuda a establecer patrones de crecimiento dental adecuados y contribuye a la correcta formación de los maxilares y la estructura facial.
La leche humana es un fluido biológico dinámico que varía en su composición a lo largo del tiempo y es altamente especializado para cubrir las necesidades del bebé. Además de nutrirle, tiene propiedades que protegen contra infecciones bucales y promueven un microbioma oral saludable, reduciendo el riesgo de caries.
Se recomienda la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses. Una vez iniciada la alimentación complementaria, se sugiere combinarla con hábitos de limpieza bucal temprana.
Los expertos aconsejan que, tras cada sesión de lactancia, se limpien suavemente las encías del bebé con una gasa húmeda. Esto evitará la acumulación de restos de leche, un hábito clave para prevenir problemas dentales futuros.
Prevención de caries desde los mil días
Según el estudio Prevalencia reportada de caries dental en niños y adolescentes mexicanos, la caries sigue siendo un problema de salud significativo en México, afectando especialmente a niños con sobrepeso.
Una investigación global basada en 72 estudios y publicada en el 2022 reveló que la prevalencia de caries en niños de un año fue del 17%. Un porcentaje que se incrementa a medida que crecen, alcanzando un 63% en niños de 5 años.
Estos datos refuerzan la importancia de establecer buenos hábitos alimenticios y de higiene dental desde el inicio para prevenir la aparición de caries y otras enfermedades dentales.