Mientras que en un principio washoku se refiere a la comida tradicional japonesa con arroz, sopa miso, pepinillos y guarnición, en el contexto de la cultura gastronómica el término se utiliza tanto para comidas especiales para eventos como para los protocolos de preparación, de servicio y en la mesa.
Los beneficios de la dieta sin alimentos procesados ni abuso de azúcares
Por lo general, las comidas japonesas se componen de un plato principal de pescados, mariscos o tofu, mientras que a algunos se les puede añadir carne o huevo en pequeñas cantidades. Algunos ejemplos son una sopa con algas, mariscos o tofu con verduras en un caldo de soja fermentado y una guarnición a base de verduras crudas, al vapor, cocidas o a la parrilla, los cuales podrían ir acompañado de un plato de arroz al vapor o ramen. Los beneficios de este tipo de dieta son:
- Cuida el cerebro y el corazón. La dieta tradicional japonesa, tal y como demostró la Universidad de Tohoku tiene un alto contenido en vitaminas A, C y E y minerales como el calcio, el potasio, el magnesio y el hierro. También es muy rica en pescados y algas que aportan al organismo ácidos grasos omega-3 que, revela la Universidad de Southampton, tienen un efecto muy positivo sobre la salud cerebral, ocular y cardiovascular. Tal es así que, según investigadores del Centro Nacional para la Medicina y la Salud Global en Toyama, su seguimiento reduce, y mucho, el riesgo de muerte prematura por un ACV o una enfermedad del corazón.
- Ayuda a bajar de peso. Además de presentar un bajo contenido en grasas y azúcares añadidos, el washoku es rico en verduras. O lo que es lo mismo, en fibra, por lo que comparado frente a otros regímenes alimenticios se asocia a una mayor sensación de saciedad y, por ende, a un menor apetito. El resultado es que, como constata la Universidad de Minnesota, resulta muy útil para amigarse con la balanza. Sin que aparezca el temido efecto rebote.
- No se ingieren más calorías de las necesarias. Esto contribuye al mantenimiento de un peso adecuado, según indica Rocío del Pozo, dietista-nutricionista en el Consultorio Médico Los Ángeles de Madrid, quien añadió: “Que la comida no se concentre en un único plato, pues al alternar entre varios y pequeños, platos, se reduce la cantidad total de alimentos ingeridos en cada comida”. Los japoneses se rigen por un precepto, el hara hachi bu, que puede traducirse como ocho partes del vientre y por el que concluyen sus comidas una vez se sienten un 80% saciados.
- Reduce el riesgo de inflamación. Pero no se trata únicamente de lo que se come, también de lo que se bebe. Y para acompañar sus platos y facilitar su deglución, los japoneses optan por el té verde. Sobre todo, por el té matcha, una importante fuente de antioxidantes, muy especialmente de polifenoles que reducen el estrés oxidativo y el riesgo de inflamación.
FUENTE: TN