Respecto a las exequias, estas deben realizarse entre el cuarto y sexto día después de su muerte. Una vez concluido este rito, rigen nueve días de luto oficial, conocidos como “novendiali”.
Durante este tiempo, los cardenales llegan a Roma para participar del cónclave en el que se elegirá un nuevo Sumo Pontífice. Para que todos tengan tiempo suficiente para reunirse, este rito debe comenzar entre 15 y 20 días después de que se declare la “sede vacante”, aunque puede comenzar antes si los cardenales están de acuerdo.
Cuándo es el funeral del Papa Francisco en el Vaticano
La muerte de un papa inaugura una secuencia precisa de rituales cuya esencia tiene siglos, pero que han sido modificados en los últimos años.
El mismo Francisco se encargó de algunos de los detalles de su propio rito funerario, que cambió algunos procedimientos sin alterar sus típicas “tres estaciones”: en la casa del difunto, en la basílica vaticana y en el lugar de la sepultura.
En este último aspecto, el papa manifestó la voluntad de asentar su reposo eterno en la Basílica de Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas papales de Roma, en lugar de la Basílica de San Pedro, dentro de los muros del Vaticano.
El lugar elegido por Francisco para su tumba es hogar del ícono bizantino de la Virgen Salus Populi Romani, a la que solía ir a rezarle, incluso antes de ser electo al trono de Pedro, como contó a fines de 2023 en diálogo con la periodista mexicana Valentina Alazraki: “Es mi gran devoción. Y antes, ya cuando venía, siempre iba ahí el domingo en la mañana que estaba en Roma, me iba un rato allí. Sí, hay una ligazón muy grande”.
En la entrevista, el Papa también dejó entrever por primera vez que había realizado cambios en el rito de los funerales asociados a su rol. “Lo simplificamos bastante”, adelantó antes de agregar, fiel a su sentido del humor: “El ritual lo estreno yo”.
Así fue que el miércoles 20 de noviembre de 2024 el Vaticano publicó la nueva edición del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, el libro litúrgico que regula cómo deben ser los rituales de las exequias del máximo jefe de la Iglesia Católica, que fueron modificadas y simplificadas por deseo de Francisco.
La estación “en la basílica vaticana” contempla ahora un único traslado a San Pedro, el cierre del féretro y la misa exequial. En este sitio, el cuerpo del Papa difunto se expondrá directamente en el ataúd y ya no en el catafalco, plataforma a mayor altura, en un intento de “acercar” al Pastor fallecido con la feligresía. Además, de conformidad con lo que establece el Cæremoniale Episcoporum para las exequias de los obispos diocesanos, durante esta exposición no se colocará el báculo papal junto al féretro.
Por último, Francisco también dispuso que se lo entierre en un ataúd simple, de madera e interior de zinc, en lugar de la tradición vigente, donde se disponía que los Obispos de Roma fueran enterrados dentro de tres ataúdes hechos con materiales distintos (ciprés, plomo y roble sucesivamente).