La Fiscalía de Monza (norte) comenzó entonces una investigación sobre los posibles abusos e interceptó una llamada entre Olga Tishina, mano derecha de Maccarani, y Natalia Nesvetova, responsable de la sociedad de gimnasia Etruria Prato, en la que criticaban a Cantaluppi dando detalles de sus costumbres.
"Con ella (Cantaluppi) todo es mucho peor... Con ella hay maltrato. Cuando obligaba a Raffaeli y Serena Ottaviani a lanzarse el aro... y cada vez que no podían hacerlo, tenían que quitarse parte de la ropa. Y al final se quedaban en ropa interior", dijo Tishina. "Las encerraba en una habitación pequeña y fría, sin teléfono, sin nada, porque entrenaban mal. Las castigaba", añadió.
En otra conversación telefónica, Martina Centofanti, capitana de la selección italiana de gimnasia rítmica, le confesó a su propia madre que vio a Raffaeli obligada a arrodillarse ante una entrenadora a la que le rogaba que aceptara sus disculpas por haber hecho mal un ejercicio.
Por el momento, a diferencia de Maccarani, ninguna gimnasta ha presentado una denuncia contra Cantaluppi.
Más implicados en los maltratos en la gimnasia de Italia: la sexista conversación entre dirigentes
La investigación también salpicó a altos dirigentes de la Federación de Gimnasia Italiana (FGI) por realizar asquerosos comentarios sobre las atletas. El flamante presidente de la entidad, Andrea Facci, dialogaba con Gherardo Tecchi, anterior titular, y ambos le dedicaron sexistas frases a la gimnasta Ginevra Parrini después de que ésta ratificara en los medios la versión de sus compañeras Corradini y Basta sobre Maccarani.
“Parrini hizo veinte días de entrenamiento y luego nada más. Ni siquiera con la selección. Es una vagina hermosa... y le interesaba que la vieran", fue la frase del escándalo, atribuyéndole a la deportista intenciones de exhibir su cuerpo en los medios.
El presidente del Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI), Giovanni Malagò, aseguró que había hablado con Facci y que éste había pedido disculpas a la gimnasta y reconocido el error: "Me aseguró haber hablado con la atleta y haberle pedido disculpas tras reconocer que se había equivocado". Pese a ello, la Fiscalía General del Deporte prometió una investigación oficial tras la publicación de las escuchas telefónicas.