Mientras Argentina acelera las gestiones diplomáticas para aumentar la presión sobre Maduro, el Presidente remarcó: “Exigimos su liberación inmediata y agotaremos todas las vías diplomáticas para devolverlo sano y salvo a la Argentina”.
Desde que Javier Milei condenó el fraude en las elecciones presidenciales de julio y reconoció la victoria de Edmundo González Urrutia, Maduro echó a la diplomacia nacional de Venezuela. En consecuencia, el país se quedó sin representación consular y Brasilia asumió el resguardo de la residencia argentina.
Ese punto complica las gestiones actuales por la liberación de Gallo. Y por este motivo, para resolver la situación del argentino, las autoridades ya pidieron apoyo consular a Brasil.
Además, el Gobierno explora múltiples vías para lograr un salvoconducto y salida a la situación. Gerardo Werthein, canciller, lidera las gestiones exteriores para sumar interlocutores que ejerzan presión sobre el régimen bolivariano. Además de Brasil y Colombia, Buenos Aires hace contactos con París para buscar una solución.
La detención del gendarme Nahuel Gallo
La detención del gendarme argentino fue en el paso fronterizo terrestre, cruzando el Puente Internacional Francisco de Paula Santander, para dirigirse a la localidad venezolana de Táchira.
Nahuel Gallo vive en Mendoza, donde presta servicio como gendarme en el Paso Cristo Redentor de Horcones, en la frontera con Chile. Viajó desde la capital mendocina a Venezuela con escala en Colombia para abaratar costos del traslado. Hizo Migraciones en el país cafetero a las 7:40 del domingo.
A las 8 realizó Migraciones en Venezuela y ahí fue retenido. Tenía un vuelo a las 11 desde el Aeropuerto de San Antonio del Táchira con destino a Caracas. Nunca pudo subir al avión. El último contacto con su familia fue a las 10:54 de ese 8 de diciembre, cuando le comunicó a su pareja que estaba secuestrado.
Según la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, Gallo está alojado en una base de los Servicios de Inteligencia venezolanos en Táchira.